Problema de matemáticas: triplicar la capacidad de la bolsa asegura que se utilice un tercio del número inicial de bolsas
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Enseñar matemáticas a los niños debe ser uno de los grandes retos
a los que se enfrentan los profesores en su misión diaria de ejercer de correa
de transmisión de conocimiento. Y es que explicar las matemáticas requiere de
destrezas, habilidades y conocimiento para que el cerebro de los niños sea
capaz de entender y de utilizar el lenguaje abstracto, números, letras y
símbolos, que se utilizan en las matemáticas.
Por ejemplo, el otro día nos pidió la peque ayuda para un problema de
matemáticas que decía, más o menos, así:
Un fabricante de tomates tiene 180 kilogramos (kg)
de tomates y utiliza 36 bolsas de 5
kg para transportarlos todos. ¿Qué cantidad de bolsas
tendría
que utilizar si las bolsas fueran de 15 kg?
Al parecer en clase todavía no saben dividir por dos cifras así que para
resolver el problema empezamos a hacer una tabla para ayudarle a pensar y poder
imaginar, ¡esa capacidad de abstracción! qué pasaría con las
bolsas si triplican la capacidad.
Y en la tabla de tres filas con dos columnas escribimos en las dos primeras
celdas los 180 kg
del total de tomates. Debajo escribimos la capacidad de las bolsas, 5 kg en una celda, y 15 kg en la siguiente. En la
última fila dibujamos el número de bolsas necesarias, en la primera celda, las
36 bolsas y en la segunda, en la segunda nos pusimos a pensar.
Y ahí es donde se nota que las matemáticas requieren abstracción,
esfuerzo, pensamiento, dedicación, concentración y fortaleza para no
desesperar en cómo resolver el problema. Leía el otro día una entrevista a Cecilia
Christiansen, la mejor profesora de matemáticas en Suecia 2011, que a
los niños les gusta hacer y hacer y que con el tiempo entienden lo que hacen.
Mientras que las niñas quieren saber y conocer primero antes de hacer. En ambos
casos la profesora Cecilia decía que todos los niños llegan a entender los
conceptos de las matemáticas.
En este problema lo que hicimos fue intentar explicar con un dibujo que si
se incrementaba la capacidad de la bolsa, el número de tomates que se podría
meter en cada bolsa aumentaría por lo que serían necesarias menos bolsas. En
este caso concreto, un tercio del número de bolsas.
Así que lo que había que hacer era dividir el número de bolsas inicial por
tres, una división de lo más sencilla y que no tardamos nada en realizar. Así
rellenamos la última celda con el número 12 que es el número total de bolsas de
15 kg a
emplear para llevar los 180 tomates.
Al parecer le tocó explicar el problema en clase a la peque y contó lo que
había aprendido, prácticamente de memoria, y que utilizamos para ilustrar este
artículo:
Triplicar la capacidad de la bolsa asegura que se utilice un
tercio del número inicial de bolsas
La profesora le felicitó aunque me temo que se dio cuenta de que había
adquirido demasiada abstracción para una peque de nueve años.
Y es que enseñar matemáticas requiere hacer que los peques incrementen su
capacidad de abstracción y eso se consigue repitiendo, explicando, trabajando,
esforzándose y superándose. Y no, ahora no
podemos renunciar a saber matemáticas y hay que ir más allá de enseñar las
tablas de multiplicar de una forma memorística. Se trata de una asignatura, las
matemáticas, de la que no hay que avergonzarse por saber sino por no saberla,
conocerla y manejarla con soltura.
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